Ir al contenido principal

Empatía y alta sensibilidad


   La empatía es uno de los cuatro rasgos principales y necesarios para que una persona sea considerada altamente sensible. Este rasgo se enfatiza por los otros tres. Ser reflexivo al procesar la información que nos proporcionan nuestros sentidos, la sobre activación sensorial y emocional, y la elevada sensibilidad de los sentidos junto con detección de sutilezas en nuestro entorno.

   La suma de todos ellos nos convierte en personas predispuestas a ser altamente empáticas.

¿Que es la empatía?

   La definición básica dicta que la empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro ser puede sentir.

   En muchos aspectos, la definición de empatía genera mucha discusión en términos científicos, ya que todavía es un término bastante reciente. Dentro de este rasgo podemos distinguir entre empatía afectiva, que se centra en la capacidad emotiva y de afectación en relación con otro individuo, o empatía cognitiva, la capacidad de comprender el punto de vista o estado mental de otro.

  Recientemente gracias a la Neurociencia se ha podido comprobar que no solo se limita a un rasgo psicológico, sino que tiene base biológica. Se han descubierto diversas clases de neuronas, entre ellas las llamadas “Neuronas espejo”. Estas permiten a una persona reproducir emociones que detecta en otro individuo, es la biología de la empatía. Estas neuronas junto con otros procesos del cerebro, como por ejemplo la segregación de la hormona Oxitocina, participan activamente en el proceso empático. 

   Sin duda este rasgo es significativo en las personas altamente sensibles e influye de forma importante en su vida diaria. 

   Como muchos otros aspectos relacionados con la inteligencia emocional, hoy más que nunca, parece ser un rasgo que está de moda. Se pueden encontrar estudios dirigidos al desarrollo en el ámbito laboral, a la creación de producto, a grandes empresas, o a como ser un buen directivo etc.

   Pero la realidad para una PAS es muy diferente, ya que lo que define nuestro rasgo es la elevada intensidad.
    Esto es lo que puede ocasionar que no siempre sea fácil lidiar con ella. No es una habilidad que se active o desactive a voluntad, es para la persona altamente sensible una condición a la que adaptarse.
   La gestión de una empatía saludable empieza por conocer lo qué es, y entender como está asociado a la alta sensibilidad de cada persona. Poder entender que se puede estar emocionalmente alterado por cuestiones que no se comprenden, sobre todo si la lógica dicta que no deberían hacerlo, o al menos en un grado tan alto.
    La intensidad con la que se perciben estos estímulos hace que se retengan más tiempo las emociones que no son propias de la PAS, haciendo que se reflexionen e interioricen, provocando en ocasiones confusión y agotamiento. 

   No se puede evitar sentir una vez ya se ha sentido, ni ignorarlo. Esto puede generar frustración e impotencia. Sobre todo, si nos esforzamos por tener mayor control sobre ello.
   La diferencia entre soportar la carga emocional de todos estos estímulos y tolerarla, puede estar en muchas ocasiones en ser conscientes y medir el tiempo que dedicamos a reflexionar sobre las emociones ajenas, ser lógicos para impedir que algo que debería de ser pasajero se quede más de la cuenta en nuestra cabeza. 

   Convivir con ello, adaptarnos, encontrar el equilibro y los filtros necesarios para ello dependerá de nuestra paciencia, trabajo personal e inteligencia emocional para no llegar a sentirnos desbordados. 

   Un factor que puede aportar equilibrio a toda esta ecuación es saber disfrutar del rasgo, encontrarle utilidad y no enfatizar solo los aspectos negativos.

    La empatía es una cualidad muy valorada y buscada hoy en día en las personas. Y las PAS lo son por naturaleza. Nos permite ser de gran ayuda en la resolución de conflictos, ayudar a los demás y nos hace grandes conocedores de las emociones humanas.   

¿y tu que opinas?  Déjame tu comentario, preguntas o sugerencias! :)

Jordi Casas

Comentarios

  1. Pienso que a veces la empatía es casi una telepatía, y en esos casos la cosa se complica mucho. Porque en general, las personas nos molestamos cuando alguien se mete 'hasta la cocina' en nuestra intimidad. Los pas no queremos hacerlo, pero es imposible desaprovechar del todo esta capacidad. Claro que con el tiempo uno aprende a ser respetuoso y se pone 'gafas antilectoras de pensamiento y emociones' para no salir lastimado o lastimar en las relaciones.
    Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué comentario tan genial! Lo que más me ha gustado es cuando dices que "con el tiempo uno aprende a ser respetuoso" porque pienso exactamente igual.
      Creo que muchas veces, la empatía y la intuición nos hacen creer y estar seguros de lo que le pasa a la persona que tenemos enfrente y entrometernos, y quizá sea cierto. Pero la cuestión para mí és: esa persona quiere que la ayudemos, que nos metamos en su vida a ese nivel intimo? somos nosotros los que necesitamos ayudar y nos da igual que la otra persona quizá no quiera que nadie le ayude? He leído tantas veces en foros o grupos a personas que se han sentido rechazadas por querer ayudar que a veces ya pienso, quien tiene el verdadero problema? el que necesita ayudar o el que no ha pedido ayuda?

      Eliminar
    2. De acuerdo contigo al cien por cien. Tema peliagudo. Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Que és la sobre activación / INHIBICION TRANSMARGINAL

Solemos definir la sobre activación como ese estado de bloqueo, fatiga, o necesidad de abstracción después de haber tenido un día duro, o de haber estado sometidos a una cantidad de estímulos superior a nuestro limite. Es en parte ese límite, nuestra tolerancia a los estímulos, lo que nos define como personas altamente sensibles. Sí queremos comprender como somos, y entender la alta sensibilidad debemos conocer y reflexionar sobre nuestros límites y nuestro punto de no retorno. Es decir, el punto en el que el estrés empieza a afectarnos de forma negativa pudiendo provocar incluso malestar físico como migrañas tensionales, mareos…    El termino técnico y psicológico más acertado para definir ese momento de saturación se denomina Inhibición transmarginal, y fue descrito por primera vez por el psicólogo y fisiólogo Ivan Pavlov en los años 20. Lo definió como el punto de colapso de un organismo ante un estímulo sobrecogedor. Las diferencias en llegar a este punto de colapso e

Agotamiento emocional, distimia en personas altamente sensibles

Como persona altamente sensible habrás notado que el cansancio, el agotamiento emocional, la necesidad de descansar, de estar a solas o la sensación de apatía o tristeza sin motivo pueden llegar a ser algo muy habitual. Antes de conocer tu rasgo probablemente habrás pensado que se debía a que eras una persona sensible, frágil o que quizás padecías algún tipo de trastorno o depresión oculta. Cualquier cosa menos algo positivo. A estas alturas, ya conocemos que nuestra forma de procesar la información y la cantidad que recibimos gracias a nuestros sentidos es mayor, en comparación a una persona no altamente sensible. Nuestro cerebro no tiene la capacidad de acotar y se extenúa con facilidad.  El cerebro tiene entre otros muchos procesos, un “combustible” que lo hace funcionar. Los neurotransmisores y neuroreceptores, entre una larga lista de ellos encontramos la Serotonina. Se ha detectado que las personas PAS disponen de bajos niveles de Serotonina ¿Pero que es la Serotonina

La NO empatía de la empatía, la brecha empática

En general se entiende el concepto de la empatía de forma demasiado sencilla. Hay quien creé que es un recurso que se puede entrenar, otros que es una habilidad puramente biológica. E incluso hay quien cree que es un don divino. Así hasta sumar un gran conjunto de ideas.   ¿Como juzgamos quien es o no una persona empática? Se cree que alguien que rechaza sentimientos o emociones, o que se aleja de ellos por norma general no lo es. Pero esta impresión podría alejarse mucho de la realidad que vive una persona empática que no conoce o gestiona su rasgo.    La persona empática no siempre está preparada para sentir y asimilar las emociones que tiene delante, eso puede producir la reacción contraria a la comprensión. Incluso que se aleje, que las niegue o incluso que las rechace en un primer momento.     Incluso hay estudios que avalan que las personas empáticas son menos comprensivas con quien ha pasado por situaciones similares o iguales a ellos. En estos casos su comprens