Ir al contenido principal

La intuición y las sutilezas

  

  La intuición, esa información que desconocemos por qué la sabemos, y que utilizamos casi de forma inconsciente para tomar decisiones. Solemos decir: “no me preguntes por qué, pero algo me dice que es por ahí”    Con el tiempo, vamos comprobando que nuestras intuiciones a menudo no suelen ser erróneas, incluso muchas personas creen que tienen suerte o algún tipo de don.


   Aprender a respetar nuestras intuiciones, colocarlas en su justo lugar y no intentar imponer lo que creemos o pensamos a los demás, por más reales y verdaderas que sean para nosotros, puede librarnos de situaciones donde nos sintamos incomprendidos o rechazados.
    Un error bastante común en personas Pas y noPas es confiar tanto en la intuición que al final se terminan tratando como si fueran instintos, sin reflexionar y con confianza ciega. 
    
Pero antes de seguir, y para poder tenerlo como un recurso propio distingamos un poco mejor las diferencias entre intuición e instinto.

   La intuición es un proceso que tiene base cognitiva, es decir, tomamos decisiones basadas en nuestras propias experiencias, nuestra información almacenada de forma inconsciente. Esa es la razón por la que muchas veces no somos capaces de explicar por qué sabemos algo. No se corresponde lógicamente con percepciones extrasensoriales ni procesos mágicos. Diversos estudios contemporáneos afirman que tener en cuenta nuestras intuiciones nos acerca a lo que realmente queremos, ya que las decisiones son tomadas partiendo de nuestro inconsciente.
   
   Por otro lado, el instinto es una conducta innata, no tiene su base en una experiencia previa. Instintos como la supervivencia, la reproducción, la sociabilidad etc. Son tan propios de humanos como de animales. 

    Lo cierto es que las personas altamente sensibles llevamos toda nuestra vida asimilando y memorizando de forma inconsciente cantidad de detalles que pasan desapercibidos a los demás, intentando comprender y dar sentido a las sutilezas de todo lo que nos rodea. Esos detalles pueden ser desde rasgos empáticos, detalles físicos, lenguaje no verbal de las personas que nos rodean etc. a la memorización de espacios, situación de objetos… 
   Sumando toda esa información, más el contexto en el que nos situemos, sin darnos cuenta empezamos a intuir muchas cosas. Las intenciones, el nerviosismo, los intereses de la gente que nos rodea y un sinfín de complejas sensaciones más.

Si logramos ser conscientes y poner a nuestro servicio nuestras intuiciones e instintos sin confundirlos, estos nos ayudarán a vivir de una forma más efectiva y ajustada a nuestra realidad. Como PAS, lograremos mantener más control sobre nuestra realidad y nos ayudará a poder compartirla de una forma más efectiva con las personas que nos rodean.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Que és la sobre activación / INHIBICION TRANSMARGINAL

Solemos definir la sobre activación como ese estado de bloqueo, fatiga, o necesidad de abstracción después de haber tenido un día duro, o de haber estado sometidos a una cantidad de estímulos superior a nuestro limite. Es en parte ese límite, nuestra tolerancia a los estímulos, lo que nos define como personas altamente sensibles. Sí queremos comprender como somos, y entender la alta sensibilidad debemos conocer y reflexionar sobre nuestros límites y nuestro punto de no retorno. Es decir, el punto en el que el estrés empieza a afectarnos de forma negativa pudiendo provocar incluso malestar físico como migrañas tensionales, mareos…    El termino técnico y psicológico más acertado para definir ese momento de saturación se denomina Inhibición transmarginal, y fue descrito por primera vez por el psicólogo y fisiólogo Ivan Pavlov en los años 20. Lo definió como el punto de colapso de un organismo ante un estímulo sobrecogedor. Las diferencias en llegar a este punto de colapso e

Agotamiento emocional, distimia en personas altamente sensibles

Como persona altamente sensible habrás notado que el cansancio, el agotamiento emocional, la necesidad de descansar, de estar a solas o la sensación de apatía o tristeza sin motivo pueden llegar a ser algo muy habitual. Antes de conocer tu rasgo probablemente habrás pensado que se debía a que eras una persona sensible, frágil o que quizás padecías algún tipo de trastorno o depresión oculta. Cualquier cosa menos algo positivo. A estas alturas, ya conocemos que nuestra forma de procesar la información y la cantidad que recibimos gracias a nuestros sentidos es mayor, en comparación a una persona no altamente sensible. Nuestro cerebro no tiene la capacidad de acotar y se extenúa con facilidad.  El cerebro tiene entre otros muchos procesos, un “combustible” que lo hace funcionar. Los neurotransmisores y neuroreceptores, entre una larga lista de ellos encontramos la Serotonina. Se ha detectado que las personas PAS disponen de bajos niveles de Serotonina ¿Pero que es la Serotonina

La NO empatía de la empatía, la brecha empática

En general se entiende el concepto de la empatía de forma demasiado sencilla. Hay quien creé que es un recurso que se puede entrenar, otros que es una habilidad puramente biológica. E incluso hay quien cree que es un don divino. Así hasta sumar un gran conjunto de ideas.   ¿Como juzgamos quien es o no una persona empática? Se cree que alguien que rechaza sentimientos o emociones, o que se aleja de ellos por norma general no lo es. Pero esta impresión podría alejarse mucho de la realidad que vive una persona empática que no conoce o gestiona su rasgo.    La persona empática no siempre está preparada para sentir y asimilar las emociones que tiene delante, eso puede producir la reacción contraria a la comprensión. Incluso que se aleje, que las niegue o incluso que las rechace en un primer momento.     Incluso hay estudios que avalan que las personas empáticas son menos comprensivas con quien ha pasado por situaciones similares o iguales a ellos. En estos casos su comprens