Saber encontrar zonas de confort

Equilibrio entre sobre activación y recuperación.

 Como ya hemos comentado anteriormente la persona PAS debería saber encontrar formas de contrarrestar los efectos de la ansiedad provocados por la sobre activación. En ocasiones, no poder tolerar cierta cantidad de estímulos sin padecer estrés, nos hace alejarnos instintivamente de una situación, incluso de forma inconsciente, ya sea mentalmente abstrayéndonos, o alejándonos físicamente.      

   Es interesante recordar a que mecanismos recurríamos en estas situaciones cuando no teníamos conciencia de ser una persona PAS.

   En nuestra infancia seguramente preferíamos juegos en solitario que mantuvieran nuestra mente centrada solo en un estímulo, un juego que pudiéramos controlar, o quizás si teníamos más libertad, recurríamos a algún espacio alejado donde poder estar solos. Ese juego o ese lugar, se convertían en zonas de confort donde estar tranquilos y dejar descansar nuestra mente. 

   
Esto son estrategias perfectamente validas en la edad adulta, aunque la conciencia social no siempre nos permite alejarnos de la multitud (reuniones de trabajo, situaciones sociales, fiestas etc.) no queremos llamar la atención, o simplemente no podemos. ¿Qué hacer entonces en ese momento? Nos empezamos a sentir saturados y atrapados por no poder alejarnos, esa situación inevitablemente nos provoca estrés y nos sobre activa.

Probablemente en situaciones en las que no podemos sobrellevar un exceso de estímulos, inconscientemente nos abstraemos. Llamando la atención por estar demasiado callados, o desaparecer antes de tiempo, lo que aún nos hace sentir peor.

   La conciencia de saber que somos altamente sensibles, aprender a identificar el origen de nuestras sensaciones, pensar que son situaciones pasajeras y desarrollar una paciencia emocional. Ayudará a poder calmar la sobre-activación.

   Para ello es importante desarrollar la inteligencia emocional. Conocer el origen de las emociones, como nos afecta cada una de ellas y que mecanismos automáticos tenemos en función del estrés o la ansiedad. También las emociones que no consideramos negativas, porque es el conjunto de todas ellas lo que nos da en cada momento un estado emocional. Poder responder objetivamente a la pregunta: ¿porqué estoy sintiendo esto? Nos ayudará a calmarnos cuando estemos en situaciones que no podemos cambiar o evitar. 

   Es importante saber encontrar los momentos donde descansar y recuperar energía, encontrar la forma de poder calmarnos a nosotros mismos, encontrar nuestras zonas de confort donde poder hacerlo, ya sean un espacio físico, una actividad o un estado mental.

Jordi Casas G.