En general se entiende el concepto de la empatía de forma demasiado sencilla. Hay quien creé que es un recurso que se puede entrenar, otros que es una habilidad puramente biológica. E incluso hay quien cree que es un don divino. Así hasta sumar un gran conjunto de ideas. ¿Como juzgamos quien es o no una persona empática? Se cree que alguien que rechaza sentimientos o emociones, o que se aleja de ellos por norma general no lo es. Pero esta impresión podría alejarse mucho de la realidad que vive una persona empática que no conoce o gestiona su rasgo. La persona empática no siempre está preparada para sentir y asimilar las emociones que tiene delante, eso puede producir la reacción contraria a la comprensión. Incluso que se aleje, que las niegue o incluso que las rechace en un primer momento. Incluso hay estudios que avalan que las personas empáticas son menos comprensivas con quien ha pasado por situaciones similares o iguales a ellos. En estos casos su comprens
Como personas PAS conscientes de nuestro rasgo, no solo debemos saber encontrar mecanismos para tranquilizarnos o zonas de confort, sino también saber salir de ellas, y no caer en el peligro que supone preferir siempre la sensación de protección y seguridad, a enfrentar nuevos retos y conocer experiencias nuevas. Es fácil caer en la dinámica de ir poco a poco aparatándose de las situaciones que crean estrés, esto produce cada vez más intolerancia a todo lo que supone una novedad o reto, hasta alejarnos totalmente de lo que se supone que es vivir una vida normal. Esta situación llevada a extremos puede ocasionar que una persona acabe aislándose socialmente, experimente miedo a exponerse a situaciones nuevas, como pueden ser acciones cotidianas para el resto de la gente, y que termine siendo incapaz de aceptar objetivos y metas, viéndose afectada su autoestima. Todo esto puede terminar materializándose en trastornos mentales o físicos. Por lo ta